Pois bem, vejam este artigo cujo titulo é:
El capital huye de España y la deuda externa supera el billón de euros
Dos muy malas noticias: fuga de capitales y más déficit exterior. La inversión extranjera directa cae hasta el 1% del PIB, el nivel más bajo en 15 años; las subidas fiscales disparan la fuga de dinero; el déficit exterior sube hasta el 6,8% del PIB y la deuda externa supera el billón de euros.
España necesita dinero y no lo encuentra. Éste es el preocupante diagnóstico que se puede sacar tras el estudio de las variables de financiación exterior. Por un lado, cae rápidamente la inversión extranjera (es decir, menos dinero desde el exterior para apoyar a las empresas españolas); por otro, se detecta un fenómeno creciente de fuga de capitales (los inversores de aquí sacan el dinero ante el temor a una subida de impuestos); y, además, aumenta el déficit exterior y con él la necesidad de financiación extra (es decir, que se sigue gastando más de lo que se produce).El resultado: hay menos capital para inversiones productivas, el Estado acapara parte del poco capital disponible para financiar su deuda y las empresas españolas tendrán que pagar sus créditos (si los encuentran) mucho más caros. Una bomba de relojería para cualquier economía.
La inversión, a la baja
Desde hace más de dos años los inversores foráneos están reduciendo su exposición a España, pero este proceso se está acelerando en los últimos meses como resultado de las malas perspectivas económicas y erróneas políticas puestas en marcha por el Gobierno para combatir la crisis. Los gráficos oficiales recogen la dimensión de dicha fuga de capitales.
En los últimos meses se ha hablado mucho de los inversores (especuladores según algunos miembros del Gobierno) y de los movimientos de capital extranjero en España. Lo cierto es que, según los datos del Banco de España recogidos por randomspaniard, la inversión extranjera en cartera ha caído en 80.000 millones desde 2007. Una cifra que se une al descenso de las inversiones directas, que han pasado a significar apenas un 1% del PIB, la cifra más baja de los últimos quince años.
Tales datos corroboran los que ofreció la ONU a comienzos de este año y que hablaban de una caída de la inversión extranjera próxima al 60% en España durante 2009, frente a una caída del 24% en el conjunto de la UE.
Asimismo, el propio Ministerio de Economía recoge este particular proceso de capital flight (fuga de capitales) efectuada por los extranjeros mediante la liquidación de sus inversiones españolas en cartera. Sin embargo, de forma paralela, al tiempo que caían las inversiones extranjeras en el sector privado nacional aumentaban las ubicadas en el sector público. Así, el flujo de recursos del exterior que se ha precisado para financiar a las Administraciones Públicas durante los últimos 24 meses casi dobla la reducción registrada en la inversión en cartera.

Es decir, el flujo de capital exterior en los dos últimos años arroja  el siguiente cuadro: menos inversores  para el sector privado y más para el Tesoro Público, como resultado del  aumento de la deuda estatal (en teoría el activo más  seguro), que ahora se paga más  cara. Un proceso que, a su vez, dificulta la financiación de  empresas y particulares.
Así, tal y como recoge el Banco de España, durante este período la inversión  extranjera en deuda pública ha crecido hasta superar el 5%  del PIB en el último año. En concreto, en los últimos  24 meses los extranjeros han prestado a las administraciones  públicas más de 90.000 millones de euros.

De este modo, el déficit público ha expulsado a los inversores del  sector privado, dirigiéndolos hacia el público. El dinero que los  extranjeros sacan del sector privado -en parte por una liquidación  lógica de malas inversiones hechas durante los años de expansión- acaba  financiando una deuda pública creciente, que se encarece cada día y que  está generando dudas  acerca de la solvencia del Estado español para hacerle frente. Esto  genera un efecto expulsión (crowding  out) de aquella parte del sector privado (empresas) que quiera  acceder a financiación.
¿Quién tiene deuda española?
Sobre la deuda pública, es revelador el gráfico del Tesoro Público en el que se muestra la evolución de  los tenedores de deuda no residentes (extranjeros).  Según estas cifras, los franceses son los principales  sostenedores de los bonos españoles, con más del 25% del total,  en un porcentaje que ha aumentado en los últimos meses.
Mientras, los alemanes, japoneses y el resto de los países de la   UE han disminuido su papel como acreedores del Tesoro  Público. En sentido contrario, el grupo formado por “Asia, África y  otros” -entre los que se incluye China- ha alcanzado casi el 20% del  total, cuando hace dos años apenas sumaba el 10%.


En términos brutos, el montante de deuda del Estado en circulación ha  pasado de 307.168 millones de euros a finales de 2007 a 488.392  millones en abril de este año. Es decir, un incremento  cercano al 60% en menos de tres años.
Fuga de dinero nacional
Pero a la fuga de capitales extranjeros y el efecto expulsión  que ha generado el aumento de deuda pública se está sumando ahora un  nuevo fenómeno: la huida de capital nacional hacia el exterior.
La previsible subida de impuestos anunciada por el  Ejecutivo central y el aumento fiscal efectivo que están aplicando ya  los gobiernos regionales del PSOE han provocado que  cerca de 30.000 millones de euros hayan volado de España  en las últimas semanas hacia plazas más seguras y menos punitivas con  el ahorrador, según denunció recientemente el diputado de CIU Josep  Sánchez Llibre.
Esta fuga se concentra, de momento, en los más adinerados ante la  perspectiva de que el Gobierno aplique un nuevo impuesto a los  ricos o eleve la fiscalidad de las Sicav  (vehículos de inversión colectiva). Por poner un ejemplo, destaca la  creciente fuga de capitales que se está registrando en Mallorca. Según  los medios locales, los grandes patrimonios están  trasladando su dinero a plazas como Suiza o Luxemburgo a  través de fondos de inversión.
Aumenta el déficit exterior
La segunda noticia negativa respecto a la economía española es el  reciente aumento del déficit exterior. Tal y como revela Rafael Pampillón, profesor del Instituto de Empresa  (IE), si bien el déficit por cuenta corriente en España bajó hasta el 5,1%  del PIB en 2009, el déficit exterior aumenta en términos  relativos, y se sitúa en el 6,8% del PIB en los tres  primeros meses del 2010, según el Banco de España. Es decir, la brecha  exterior aumenta, ya que la pérdida de riqueza ha sido mayor  pese a la caída de las importaciones (el PIB en el primer trimestre ha  caído hasta los 256.822 millones de euros).
En concreto, el déficit de la balanza por cuenta corriente entre  enero y marzo se situó en 17.439,4 millones de euros, bastante  menos que en el mismo período de 2009 en el que el déficit fue de  22.052 millones. Sin embargo, aunque el déficit exterior se reduce  respecto al mismo trimestre de 2009, aumenta en términos relativos (en  comparación con el PIB)
De hecho, según The Economist,  España sigue contando con  el déficit exterior más alto del mundo en términos absolutos  después de Estados Unidos.
Aumenta la posición deudora
Como resultado de este desequilibrio en la balanza de pagos también  aumenta la deuda exterior de España, ya que dicho déficit tiene que ser  financiado con crédito externo. Así, Pampillón alerta que la economía  española arroja unas necesidades de financiación de 15.761,2  millones de euros en el primer trimestre. De ahí, precisamente,  que “el sistema financiero español deba apelar constantemente al Banco  Central Europeo y recurrir a los mercados interbancarios europeos para  financiarse. Por este motivo España sigue aumentando su posición deudora  con respecto al resto del mundo”, indica.
Si estos 15.761 millones de euros se suman a la deuda exterior neta que  acumulaba la economía nacional el pasado diciembre (983.400 millones de  euros), España acaba de superar la barrera psicológica del  billón de euros en deuda exterior.
“El déficit de la cuenta corriente significa que los hogares,  las empresas y el sector público siguen gastando más de lo que ingresan,  algo que sucede desde hace diez años, lo que ha originado una  deuda histórica con el resto del mundo que tiene una complicada  devolución en estos momentos de dificultades de financiación”,  advierte el economista.
“Para resolver este problema de endeudamiento y déficit exterior habrá  que aumentar el ahorro nacional (quizá mejorando la  fiscalidad del ahorro, y no empeorándola como parece que quiere hacer el  Gobierno), aumentar las exportaciones y  reducir el gasto público. De no reducirse el gasto público  habría que reducir el gasto privado, tanto de consumo como de inversión,  como viene ocurriendo desde hace más de un año; lo que significa crecimientos  negativos del PIB y aumentos en el paro”, concluye.
Algunos contadores  en Internet siguen en directo la deuda exterior de España, cómo crece  el peso de la deuda y cómo ésta afecta a cada uno de los 46 millones de  españoles: este miércoles, la deuda exterior ascendía ya a 1,07  billones de euros -casi el 100% del PIB-, esto es 22.650  euros por habitante ó 58.414 por trabajador.
 
 
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